martes, 31 de enero de 2017

Reflexiones IX: Invierno



Para bien o para mal llegó la nieve..., como todo en la vida tienes la parte buena y la parte mala. Este escrito, ya aviso, va a tener un tono melancólico, invernal, frío, congelado, blanco, limpio, puro,...vamos allá!


Para bien, cuando hay nieve y siempre que estés bien abrigado puedes disfrutar de ésta incluso pasar un buen rato. El pasado fin de semana fuimos en busca de la nieve y llegamos a Setcases, un lugar realmente precioso y que recomiendo visitar. La idea venía ya de hace tiempo pues quería enseñarle a mi peque que era la nieve, que pudiera hacer la guerra de bolas que tanto deseaba, que caminara por encima de la nieve, que saltara charcos y tambíen llevamos una zanahoria para poder crear un Olaf (el muñeco de nieve tan adorable que sale en la película de Frozen) y por supuesto, respirar nuevos aires. 




Para mal, diría que con la nieve llega el frío y las ganas de invernar, de quedarte en casa recogida envuelta en una manta, una de esas que te acogen con su calor y suavidad y que te resguardan de todo, mientras una taza de té o chocolate (o café, para los que les gusta el café, que no es mi caso) te acompaña junto con una película o libro que te ayudan a superar el frío del exterior. Porque si sales de tu "cueva" y respiras hondo, sientes como el aire frío inunda tus pulmones y quizás una lagrima resbala, ya sea debido al frío por el clima o a tu estado emocional...y a tu mente acuden preguntas existenciales sobre una mism@. Y entonces, en mi caso,  me doy cuenta de que mi ánimo, sigue en -standby- sigo en la incertidumbre, en el no saber que paso dar, en agradecer lo que tienes pero en la necesidad de hacer algo nuevo, algo que despierte en mi  la ilusión de realizar cosas nuevas donde te sientas útil, que te haga sentir esa fuerza interior que puede con cualquier cosa y que además disfrutas haciéndolo.




Pero a su vez, como todo ciclo sigue girando...y te das cuenta que necesitas cerrar ciclos para abrir otros. Pues tengo ganas de cerrar y abrir nuevos ciclos que me hagan coger nuevo aire, aire limpio y puro... Y al igual que mi peque poder ponerme unas botas y no tener miedo de saltar sobre los charcos o simplemente convertirme un poco en Olaf, ese personaje tan adorable que se derrite por los suyos, pues yo lo haría por los míos, a esos que siempre están al pie del cañon, a aquellos a los que amo incondicionalmente y a su vez, tener la capacidad de ver las cosas no como un problema sino como una oportunidad para seguir caminando hacía delante,... Y en ese proceso estoy, nadie dijo que fuera fácil...



Un apapachito bien calentito para tod@s

lunes, 9 de enero de 2017

El árbol de la vida...


Una "manía" de mi padre es utilizar en su lenguaje dichos y refranes y la verdad es que a medida que me voy haciendo mayor más me vienen a la mente. Como el del árbol siempre muy presente; "El árbol debe ser enderezado desde pequeño...sino se tuerce"


Bien, pues hablando de árbol, el pasado 14 de diciembre, quedé con Alba. Esta persona se ha cruzado en un momento ideal en mi vida, la conocí hará unos 4 años en un curso de formación... El caso es que Alba me ha propuesto hacer equipo con ella para realizar un proyecto muy especial y que me (nos) encantaría presentaros este año que entra. Pues, estoy segura que se producirá, pues es algo que tenía en mente hace mucho tiempo y ahora, puede que sea el momento para que se haga realidad. Y, ¿por qué estoy segura de que irá bien? Porque ese mismo día y de camino al cole de mi peque encontré un mensaje entre árbol y árbol, una señal que de alguna manera pedí y digamos que alguien me la dio...Ahí tenéis la foto...Así que confío en este proyecto!



Ese mismo día, Álex  (mi pareja) tuvo un detalle conmigo, algo que me sorprendió, me encantó y me encandiló...

Un colgante precioso: El árbol de la vida que me lo regaló simplemente porque le gustó y según él como protector, pero como todo en la vida, nada es casual y cuando leí su significado aún entendí más porque llegó hasta mí. Cada día estoy más segura que no vas tú hacía las cosas, si no que todo viene hacia ti. Es más el día de mi boda, leimos Álex y yo un escrito sobre el arbol de la vida y como todas las personas que pasan por nuestra vida forman parte de éste. ¿Otra casualidad?
El Árbol de la vida, es la unión entre lo terrenal y lo espiritual, y esta presente en todas las civilizaciones. A su vez, también marca el ciclo de la vida que como una rueda gira constantemente: semilla, planta, árbol, fruto y volvemos a empezar...Os habéis parado a pensar en todas las cosas cíclicas que hay en esta vida... (esto da para otra entrada)
En tres palabras se resume el significado de llevar un árbol de la vida a tu lado: Salud, Autoconocimiento y Sabiduría.
Actualmente, son las tres palabras que rigen mi vida y que me dan la Felicidad.


Pero sabéis una cosa al igual que las plantas necesitan la luz para crecer, las personas también. Este fin de semana he visto la película: The Croods, y me ha encantando, la recomiendo al 100%. Además de que te ríes, te dan unos mensajes preciosos, así que os animo a verla. Y en la película, la luz también tiene un papel importante.
Para mí, la luz; es energía, que es la que crea movimiento, que a su vez es la que crea vida,...así que confía en esa energía envuélvete de ella y verás como todo a tu alrededor comienza a crecer empezando por ti!

Y con esto le digo a mi padre; que sí estoy de acuerdo contigo, a nuestros hijos los hemos de envolver de esa luz, de esa energía, de ese amor incondicional que los hará crecer no sólo por fuera si no por dentro y convertirse en grandes personas.
Eso como padres, pero como persona si a todo le dedicamos esa energía, ese amor incondicional; a nuestros seres queridos, a nuestros proyectos, incluso a nosotros mismos,... a TODO, sea lo que sea, crecerá y se hará grande muy grande.
Así que confía en tu energía...y en aquella que te envuelve...

Un apapachito con mucha luz para tod@s