Tal como indica el titulo del libro Las nueve revelaciones pretende ser una parábola llena de verdades vitales que se leen como un apasionante cuento de aventuras que comienza con la desaparición de un antiguo manuscrito. Es un emocionante relato que da a conocer el viaje personal de un autentico despertar espiritual.
Es la hora de despertarnos de la ansiedad y de reconsiderar nuestra pregunta original; Qué hay detrás de la vida en este planeta? Por qué estamos realmente aquí?
La primera percepción se produce cuando tenemos consciencia de las casualidades -causalidades, diría yo- que hay en nuestras vidas. Cuando ocurre alguna cosa más allá de la pura casualidad que hace que nuestra vida avance devenimos unas personas más actualizadas. Sentimos lo que el destino quiere que seamos. Vibramos en una vibración más alta. El miedo hace que perdamos energía, pero ese nuevo límite exterior podemos recuperarlo, llenándonos de nueva energía y creciendo y continuando la evolución del universo ante unas vibraciones cada vez más altas. Cuando nos cruzamos con alguien en nuestras vidas no es nada casual, quizás tengamos que hablar con ellas por algo.
La segunda percepción se produce con una interpretación más correcta de la historia reciente que aclara la transformación. La historia no es únicamente evolución tecnológica, lleva consigo una evolución del pensamiento. Si entendemos la realidad de la gente que ha vivido antes que nosotros, podremos comprender porque nos miramos el mundo de la manera que lo hacemos, y cual será nuestra contribución a un progreso ulterior. De alguna manera, podremos especificar cuál es nuestro sitio en el largo desarrollo de la civilización, y eso nos proporcionará una idea de hacia donde no dirigimos. La evolución del ser humano ha estado funcionando de manera inconsciente durante toda la historia y es ahora cuando nos estamos dando cuenta y estamos tomando consciencia espiritual.
La tercera percepción describe una nueva comprensión del mundo físico. Dice que los humanos aprenderemos a percibir un tipo de energía invisible. Que se mide a través de la percepción de la belleza, barómetro por el cual se mide cuan cerca estamos de poder percibir la energía. Es decir, que cuando encontramos algo bello nos parece que tiene más presencia, colores vivos, sobresale o brilla más. Y esta energía proviene de las plantas, de las cuales nosotros nos alimentamos. Será clave el cambio de hábitos en alimentación priorizando las verduras y hortalizas frente a la carne. Os recomiendo visualizar este video: https://youtu.be/_5C_rgJh9Hw
La cuarta percepción dice que los seres humanos acabaran viendo que el universo está compuesto de una energía dinámica, una energía que nos puede sostener y que puede responder a nuestras expectativas. Pero actualmente, estamos desconectados de esta fuente más extensa de energía, nos hemos disociado, y nos sentimos débiles, inseguros y llenos de carencias.
A la vista de este déficit, los humanos hemos estado siempre aumentando nuestra energía personal de la única manera que conocemos: mirando de robarla psicológicamente a los otros; una rivalidad claramente inconsciente en la cual se rigen todos los conflictos de la humanidad. La violencia del ser humano proviene de la necesidad de controlar y dominar a los otros. Dominar al otro hace que el dominador se sienta poderoso e inteligente, absorbe la energía vital de aquellos que se sienten dominados. Eso es algo que se instaura des de que somos pequeños para conseguir la atención del otro y que vamos reproduciendo cuando nos hacemos mayores.
La quinta percepción es el saborear minuciosamente los alimentos es la finalidad real de la conocida costumbre religiosa de dar las gracias, y que el resultado es un absorción superior de energía que proporciona el alimento. Una vez incrementada este energía, sé es más sensible a la energía que hay en las cosas... aunque se puede aprender acumular energía sin alimentarse. Por otro lado, mi vida en realidad no comienza con mi concepción ni con mi nacimiento en este planeta. Comienza mucho antes con la formación del universo mismo. Cuando somos capaces de conectar con este energía universal, apreciando la singularidad y la belleza de las cosas, recibo energía. Cuando llegas a cierto nivel sientes amor y es cuando puedes devolver la energía.
La sexta percepción se basa en que todos nosotros hemos de invertir el tiempo necesario para avanzar en este proceso de aclarar nuestro pasado. La mayoria tenemos un tipo de acción de control (distante-interrogador, intimidador-victimista) que hemos de transcender, pero una vez hecho, podremos comprender el significado superior por el cual nacimos de nuestros padres respectivos y entenderemos la finalidad por la cual nos han preparado para todas las dificultades de la vida. Todos tenemos una finalidad espiritual, una misión cuando seamos conscientes de ésta podremos alzar el vuelo. No sólo somos la creación fisica de nuestros padres también somos la parte espiritual. Somos una mejor versión de lo que ellos querían. En esa dicotomía encontramos los pensamientos de Occidente frente a Oriente. Mientras que en Occidente demuestran que en la vida se ha de buscar el proceso y evolucionar hacia algo mejor. En Oriente se pone el emfasis en el hecho que hemos de controlar nuestro Ego. No podemos evolucionar solamente con la lógica y ésta está ligada a la parte espiritual, que siempre darà la mejor opción de nosotros mismos.
La septima percepción nos viene a decir como ciertos pensamientos nos sirven de guia, como son las intuiciones, las visiones, los sueños (nos vienen para decirnos alguna cosa sobre nuestras vidas que nosotros no sabemos ver)... Será importante identificar la preguntas para que puedan llegar las respuestas adecudas. Y para poder hacerlo tendremos que situar-nos frente a estos en una postura de observador que nos liberará de la necesidad de controlarlo todo, y a la vez descubriendo la parte buena de todos los sucesos, por negativos que sean. Todo pasa por algo!
La octava percepción habla de la manera como los seres humanos llegan a aprender a relacionarse unos con los otros y de la manera de cómo proyectar energía a los otros y evitar sentir adicción por el otro. Y empieza con los niños, para que un niño evolucione necesita de nuestra energía de una manera constante e incondicional. Lo peor que se le puede hacer a un niño es quitarle la energía cuando se le riñe. Es importante incluirlo siempre en las conversaciones. Un adulto no puede poner su atención es más de una criatura a la vez. No hace falta que sea sólo los padres los que proporcionen esta energía, pueden ser otros miembros de la familia. Facilita esa energía y decirle siempre la verdad, utilizando un lenguaje que puedan entender lo menos fantasioso posible. Cuánto más amamos y damos energía a los otros, más energía fluye hacia nuestra persona.
La novena percepción nos habla de cómo cambiará la humanidad en este milenio como consecuencia de la evolución consciente. La vida tendrá otro sentido,...
Y para saber más en produndidad os invito a leer el libro.
Un apapachito para tod@s