Aunque está claro que toda pérdida
no es igual y que hay algunas más difíciles de encajar que otras, pero cuando
pierdes sea lo que sea, quizás la primera sensación es de vacío, de que por un
momento todo se para o al menos se ralentiza, y además, puede combinarse con miedo,
tristeza, rabia o sensación de ligereza o por el contrario, de pesadez... Lo
que está claro es que te cambia porque ya nada vuelve a ser igual... A veces la
vida, nos hace jugar con cartas que nunca hubiéramos pensado jugar. Pero, ahí
están y a pesar de todo la vida sigue...Porque la vida es un ciclo, una rueda
que no para de girar!
¿Quién no ha perdido la seguridad
materna desde que sale del vientre materno? Quién no ha perdido alguna vez
jugando a un juego? Quién no ha perdido un objeto muy especial para uno? Quién
no ha perdido el autobús? Quién no ha perdido la salud -aunque sea de impacto
mínimo, un constipado ya no digamos con una grave enfermedad-? Quién no ha
perdido el trabajo? Quién no ha perdido un gran amor o una amistad? Quién no ha
perdido a un ser querido?... Aquí podríamos añadir un gran etcétera, y todo eso
es lo que nos hace personas, porque en definitiva vivir es ir renunciando. Todos
en algún momento tenemos pequeñas o grandes pérdidas, todos en algún momento de
nuestra vida PERDEMOS...
Y esas pérdidas producen unas
emociones que debemos aprender a gestionar y dejar que fluyan, es importante
desahogarse; si sientes que tienes que llorar llora, si tienes que gritar grita,
si tienes golpear golpea...y si tienes que tocar fondo toca, pero no te quedes
ahí! No te regocijes, porque la vida sigue... Y como todo en la vida, el tiempo
tiene un gran trabajo que hacer puesto que toda perdida o renuncia necesita de
saberse relativizar, porque todo se debe colocar, porque todo responde a un
orden que a veces resulta caótico, porque nada ni nadie es indispensable o
imprescindible... Llegamos y nos vamos solos, el paso por esta vida sería
entender que tu permanencia aquí es para vivirla lo mejor que sabemos, amar
todo lo que te envuelve y vivirla al máximo, con lo bueno y con lo malo...y que
cuando tengas que dejar este mundo y hagas una mirada hacia atrás; puedas decir
que viviste y que no te arrepientes de nada de lo que hiciste! Porque si te
pasó, es porque estabas vivo y lo que te pasó te enseñó algo que sólo tu
necesitabas aprender...
Nos venden que a la hora de educar
hay que mostrar las cosas buenas y agradables, que la felicidad se puede comprar
por ejemplo con un viaje a Eurodisney, que las cosas tienen que ser justas, que
todo es para siempre... pues pienso que todo es una falacia!
Es importante transmitirles a los
niñ@s; qué todo depende, que todo es relativo en esta vida que entre el blanco
y el negro, hay muchos colores y que a lo largo de su vida se van a encontrar
con situaciones agradables y otras no tanto, así pues seria bueno:
- evitar las mentiras (a veces un "no lo sé" es más importante que venderles la moto), partiendo del respeto y adaptándonos a su lenguaje (un niño menor de 6 años tendrá un concepto diferente que uno más mayor, por ejemplo en conceptos como definitivo, irreversible o universal no se suele dar antes de los 6 años, por ejemplo. De ahí que sea importante tener en cuenta ese aspecto antes de hablar con nuestros peques);
- que la felicidad no se compra y que una caja de zapatos, por decir algo te puede hacer tan feliz como un viaje; que la felicidad no es un fin es un proceso;
- que tampoco existe lo justo o lo injusto -ya que lo que es para algunos no lo es para otros-
- y que nada es para siempre! Todo llega y en algún momento se va...
Creo que es importante, darles
recursos a los niños -y a los que no somos tan niños- para poder afrontar lo
que día a día tenemos que ir lidiando en nuestras vidas...y tomar conciencia de
eso, y dejar del lado el piloto automático, ese hecho ya es un gran paso!
A continuación, os dejo algunos recursos
que nos pueden ayudar para gestionar lo que nos va ocurriendo en la vida, será
importante encontrar momentos para EXPRESAR/COMUNICAR lo que nos pasa o lo que
sentimos con otros y lo podemos hacer, por ejemplo:
- hablando sobre lo que nos preocupa
- dibujando o pintando lo que nos pasa
- escuchando a través de cuentos o otras situaciones que han vivido otros que se pueden parecer a lo que estamos viviendo
- ...
Todo ello puede ayudarnos a seguir
caminando por el sendero de la vida, o como dice mi buena amiga Aza; evita nadar
a contracorriente pues puede resultar realmente agotador y poco alentador... así
que evita controlarlo todo "es imposible", relativiza y VIVE!
Este escrito se lo
dedico a todas mis perdidas...
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