Hoy vuelvo a poner palabras a mis pensamientos. Esta vez de la mano de un sueño.
Pero antes os voy a contextualizar pues el sábado 31 de agosto de 2024. volví a enfrentarme a una muerte que ha removido una de mis grandes perdidas. la de mi madre.
Después de 11 años volví al mismo tanatorio donde me despedí de la persona que me dio la vida, esta vez para acompañar a mi padre y a su familia pues la muerte tocó a la puerta y esta vez era para llevarse a mi tío Carlos, en tres meses un cáncer de estomago lo consumió muy a pesar de todas las personas que lo querían. En esta ocasión, el reencuentro con mi prima hermana, a la que cariñosamente llamo Vanessuki, fue intensa pues es con la que más podía empatizar con el dolor que se podía aproximar más al que sientes cuando pierdes a una madre, en este caso el de su padre.
Es curiosa la vida como se repite cíclicamente pero no vuelve a ser la misma, quiero decir te pone en situaciones similares pero con pequeñas variantes que te hacen tomar perspectiva y revivir una situación pasada, aunque ya con una mirada donde las emociones están a flor de piel pero no lo vives tan intensamente.
Me gusta ser capaz de expresar lo que siento pero desde la C-Alma, hecho que he ido aprendiendo puesto que hace unos años atrás me costaba mucho más gestionar....Y una de las claves, además de hacer un trabajo de crecimiento personal importante es tener a tu alrededor personas, como mi hermana, mi hijo y mi pareja, que te ayudan a sostener esas emociones, transformarlas y poder expresar en palabras el sentir de un amor incondicional hacia ellas, agradeciendo lo que tienes y saber que la muerte forma parte de la vida... Siendo ésta una transformación constante.
Y es, en este punto, cuando toma significado el sueño que tuve la noche pasada, cuando desperté y recordé que estábamos en un pueblo mediterráneo de casitas blancas mirando hacia el Mar. Estaba mi tía (pareja de mi tío Carlos) y mi pareja, sé que estos días pensaba que perder a tu compañero de vida debe ser un trago difícil de llevar. Y también, el sueño venía acompañado de una palabra: LOTIS.
Así que he estado investigando sobre la misma y he encontrado que Lotis se refiere al nombre de una ninfa de la mitología griega que huyendo de su agresor Priapo pidió convertirse en el árbol de Loto. Y eso me enlaza con la flor de Loto, una flor acuática con una simbología muy especial que me gustaría compartir y que viene muy a sintonía con lo sucedido.
La flor de loto se conoce como loto sagrado, loto indú o rosa del Nilo, hay más de 100 especies en el mundo y de colores diversos (rosa, azul, amarillo y blanca). Ha sido venerada en muchas culturas y religiones (para la antigua grecia era un arbusto de los cuales se crea un fruto que si lo tomabas hacia olvidar todo los males de la vida. en el budismo tiene un libro con las enseñanzas de buda que se llama el Sutra del loto y también encontramos la asana de flor de loto o padmasana ideal para meditar consiguiendo más flexibilidad y paz mental, para la civilización egipcia es la flor del renacimiento y para la cultura china y tailandesa son flores sagradas y en japón se relaciona con la fortaleza y serenidad), y se ha relacionado con la iluminación, la sabiduría, la espiritualidad y la conexión con lo divino, la limpieza, la fecundidad, la expansión de conciencia, el transcender y el renacimiento incluso la reencarnación.
Además, su significado está relacionado con la capacidad de emerger de aguas turbias y florecer en condiciones adversas como una flor deslumbrante e impoluta. De ahí que se la relaciona con la experiencia humana de crecimiento personal y superar las dificultades de la vida y encontrar la paz interior.
A continuación, os dejo un bello cuento donde metafóricamente y a través del crecimiento que experimenta una semilla de flor de loto, se tratan las tres palabras claves. como son la verdad, la tolerancia y la compasión que nos ayudaran a avanzar, superar y enfrentar la maldad, la mentira y la pereza o la ambición de cosas materiales, aspectos que se nos pueden presentar a lo largo de la vida.
Un apapacho de los grandotes para todos.
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