miércoles, 25 de octubre de 2017

Reflexión XI : Finn Herman para padres

El pasado 9 de octubre tuvimos la reunión de padres y madres en la escuela. 
Aunque llevo muchos años dentro de la educación; he de decir que como madre, ésta ha sido mi segunda reunión  de inicio de curso... y como la función de este blog es apapachar, quiero compartir el peculiar inicio de curso que hizo la directora de nuestra escuela, que sinceramente me encantó. 
La directora (que es nueva este curso) seleccionó este cuento Finn Herman () de Mats Letén...y nos lo contó a los padres y madres que estabamos allí reunidos. Sí, sí nos contaron un cuento...y nunca mejor dicho!
Finn Herman es un álbum ilustrado de origen danés. Una apuesta por la literatura infantil de calidad, que no genera tabúes en la infancia y que entiende que el niño es un ser humano crítico y pensante con capacidad de reflexionar y conmoverse con los libros.
Un cuento sin prejuicios sobre un cocodrilo que junto con su cuidadora va zampándose todo lo que encuentra a su paso, niños incluidos. Un libro sin medias tintas, divertido y muy visual que juega con la acumulación para acabar en un gran desplegable final.
Un libro absurdo, exagerado y excepcional que invita al lector a que tome partido; si te dan pena los engullidos, la ilustradora añade unas tijeras de cocodrilo para sacarlos a todos de la panza del animal, pero si además te da lástima Finn Herman, añade hilo y aguja para poder coserlo. Tú decides!
Cabe destacar que uno de los valores que se puede trabajar a través de éste cuento es la sobreprotección.

Pues bien, ya podéis adivinar que hay cierta intencionalidad, pues el equipo docente no escogió este cuento porque sí, no? El tema está claro! Así que yo me planteo esta pregunta...

¿Qué pasa hoy en día con la sobreprotección a nuestros hijos?

Creo que voy a empezar diciendo que no es lo mismo proteger que sobreproteger. La protección a nuestros hijos es algo innato, que viene del instinto animal por el cuel nuestras crias (sobre todo las del ser humano) necesita de los cuidados de su progenitor para valerse de si mismo y que a medida que va creciendo esa protección va alejándose. Aunque personalmente, pienso ¿que a quién no le gusta sentirse protegido?... Normalmente a todos nos gusta sentirnos seguros en nuestro entorno.
El peligro aparece cuando esta protección resulta dañina para la salud mental del niño/a. Es entonces cuando podemos hablar de sobreprotección. Podría defirnirse como ir más allá de cubrir y satisfacer su necesidades y cuidados básicos. Es pensar por él/ella, tomar decisiones por él/ella, solucionar todos sus problemas, es vivir por ellos/as... no dejando que desarrollen las capacidades personales que cuando sean adultos tendrán que gestionar para moverse por el mundo.

Para hacernos una idea son los padres que se pasan todo el día diciendo: "No hagas eso que te vas hacer daño, no irás a tal sitio porque puede pasarte algo, no juegues con tal o Pascual porque puedes acabar mal,..." es decir, se tiende a inculcar miedo dando lugar al pensamiento de que el mundo es un lugar peligroso. Además, suelen ser padres o madres que no marcan claramente los límites y cuando el niño/a se salta la norma tampoco deja clara la consecuencia a sus acciones. No le exige obligaciones ni responsabilidad que por edad puede hacer y siempre los justifican.

Consecuencias de la sobreprotección: creamos personas

  • Miedosas...Si no les damos las herramientas necesarias para que sepan afrontar y solucionar sus problemas por ellos mismos, serán incapaces de enfrentarse a ellos solos incluso pueden hacerse dependientes de que siempre alguien les saque las castañas del fuego. 
  • Dependientes...No saber actuar en ciertas situaciones, afectando a su vez en la autoestima pues el autoconcepto que tiene sobre si mismo es que es un "inutil" pues necesita de otro para poder hacer algo.
  • Con baja tolerancia a la fustración... cuando a un niño se le da todo lo que quiere, estamos haciendo que sea incapaz de tolerar que las cosas no siempre salen como queremos o nos gustaría. Les hacemos vivir en una realidad artificial. Dando lugar a la ira, la exigencia e incluso la agresividad, dando lugar a problemas de relación social. 
  • Con anulación del desarrollo de las capacidades personales, cuando a un niño se le  anticipa constantemente todo lo que va a pasar de alguna manera estamos capando su capacidad de aprendizaje. Es decir, si no le dejamos caer, nunca aprenderá que es lo que debe hacer y lo que no debe hacer. Los niños/as como todos aprender a partir de sus experiencias tanto negativas como positivas. El error debe ser un aprendizaje para poderse enfrentarse al futuro. 
Todo lo que aprendemos se puede desaprender y a su vez se vuelve un aprendizaje nuevo que será un paso más para nuestro desarrollo personal, quizás no practicar la sobreprotección puede ser el mejor regalo que podemos hacerles a nuestros hijos ¿No creéis?

Un apapachito para tod@s


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