De alguna manera, muestran como a través de ciertas pociones o tips podemos animar a nuestros hijos e hijas o alumnado a interesarse por la lectura.
Aquí os dejo unos ingredientes para esas pócimas que seguro, si no desfallecéis en el intento, os sale un hechizo perpetuo, creando un hábito muy enriquecedor de por vida.
Primer ingrediente: Contagiar entusiasmo por la lectura. Los adultos hemos de ser capaces de transmitir y motivar a los niños y las niñas por la acción de leer, que no tiene nada que ver ni puede competir con la TV o los juegos interactivos. Cuando hablamos con pasión de aquello que amamos, esa sensación puede ser captada y ser motivo para aplicarlo a uno mismo. Conversar sobre libros y hacer crítica constructiva de los mismos puede ser un aliciente para que los niños y niñas quieran formar parte de ese mundo.
Segundo ingrediente: Ser modelo activo a imitar. Es decir, las personas y concretamente los niños y niñas, tiene tendencia a imitar a sus seres queridos, a las personas que admiran o quieran ser aceptados por su grupo de referencia. Que te vean leer será clave para que se inicien en la lectura.
Tercer ingrediente: Enfatizar y reconocer las buenas acciones de la lectura y del propio lector. No soy partidaria de los castigos y con eso conlleva, según la psicología positiva, no premiar...Pero, se ha de considerar que cuando alguien te enfatiza o reconoce tu esfuerzo y cree en lo que haces es un gran estimulo para seguir, Así que no creo que haya que castigar sin tele si no te lees el libro pero tampoco dar un chupa-chup si te acabas el libro. En cambio, la TV puede convertirse en una aliada para iniciar la lectura a partir de aquello que vemos que le interesa en imagen y ampliarlo a través de la lectura y por supuesto, reconocer el esfuerzo o acompañar en la lectura será clave o un aliciente para crear el hábito sobre todo al inicio. La lectura tiene que ser un espacio o acción donde en si misma ha de convertirse en un premio, en una actividad divertida, emocionante, cordial y tranquilizadora.
Cuarto ingrediente: Crear hábito. Cuando creamos hábitos educamos las aficiones o grandes provocadores de deseos. Pero para eso tenemos que dar tiempo a los procesos educativos y será a través de los hábitos donde estos se irán dando. Así pues establecer rutinas y hábitos será clave para ayudar a los niños y niñas a desarrollar tanto aprendizajes como aficiones.
Quinto ingrediente: Cambiar sistemas de creencias ofreciendo diferentes tipologias de lectura. Leer se aprende leyendo y leer también nos ayuda a ver otras maneras de ser o estar. La lectura será la única manera de activar e animar a realizarla dando lugar a espacios que la promuevan y eliminando prejuicios que van en contra de la misma. Cada persona es un mundo y cada lector tiene sus gustos de ahí la importancia de ofrecer diferentes tipologías y temáticas desde que son bien pequeños, respetando sus intereses y procesos evolutivos, para que puedan ir conociéndolas y seleccionando aquello que les gusta y disfruten de ello, que muchas veces será diferente a nuestros propios gustos.
Sexto ingrediente: Aplanar el camino, respetar los tiempos y...Paciencia. Cuando el hábito se ha creado y se ha dado el conocimiento adecuado será mucho más sencillo que se dé la acción. Aprender a leer es un sistema muy complejo, donde se ha de tener en cuenta muchos factores...Así que promover esos factores y conocer el hábito lector de nuestros pequeños será esencial para acompañarlos en el proceso lector. Por otro lado, dar tiempo y ser pacientes será esencial porque el ritmo, para el adquirir el proceso lector, es diferente para cada persona.
Séptimo ingrediente: Presentar contextos variados donde la lectura esté presente. Es decir, conocer la biblioteca de su escuela, del barrio, de otras ciudades...Visitar librerías de primera y segunda mano, formar parte de un grupo de lectura, intercambiar libros con amigos y familiares o favorecer espacios donde haya libros que complementen otras actividades (por ejemplo en salas de espera, restaurantes, bares-cafeterías, etc.).
Ingrediente extra: Cualquier momento es bueno para incorporar la lectura en voz alta. En este caso este tip va referido a la docencia y de cara a los adolescentes, donde se les deja de leer. Estos autores defienden que es un error, porque la acción de leer si lo miramos en perspectiva es bastante nueva, puesto que el analfabetismo ha sido una constante y han sido muy pocos los que tenían el poder de leer, los conocimientos se han ido transmitiendo de generación en generación a través del lenguaje oral, dejando el escrito para ciertas clases sociales o personas que han querido manipular al pueblo. Así encoframos la iglesia o personajes como Hitler, que fueron capaces de elaborar listados de libros prohibidos o incluso quemarlos para que la población no tuviera acceso a los mismos. Así que familias y docentes (sean de la especialidad que sean incorporen la lectura en voz alta de libros narrativos, de aventuras, de historia, de ficción, de investigación, de poesía, de ciencia, de espiritualidad, de biografía, etc...según su especialidad, no teman a ampliar el gran legado a sus discípulos y siembren en ellos la semilla de la curiosidad y el conocimiento).
Espero que estos tips o ingredientes os sirvan para poder acompañar a vuestros pequeños y no tan pequeños, en la adquisición de la Magia de Leer.
Os apapacho a todas las personitas que os pasáis por este blog, espero que os enriquezca, mínimo como a mi crearlo.